13 Ene CORRER POR LA NIEVE O CON HIELO
Correr es una actividad fascinante, altamente placentera para quienes asiduamente la practican, en invierno las condiciones climáticas complican las cosas y más aún si hay presencia de nieve, ya que correr en la nieve representa un verdadero desafío y hay que tener en cuenta que con la nieve debemos ser precavidos y tomar más precauciones para no ponernos a nosotros mismos en peligro.
Correr en la nieve es mucho más duro que correr en otra superficie, pues necesitamos más fuerza para realizar la zancada y si la nieve es blanda arrastraremos con cada paso un poco de ella y el ritmo se enlentecerá mientras se incrementa nuestro esfuerzo.
La nieve dura puede ser una mejor superficie para correr, sin embargo, si se han formado placas de hielo debemos tener especial cuidado con resbalos y caídas que pueden ser causa de traumatismos y lesiones. Por otro lado, correr en la nieve implica correr con bajas temperaturas, lo cual dificulta la respiración y vuelve todo un desafío esta actividad.
Los tres consejos más importantes:
- Calienta bien, y dedícalo más tiempo. Con las bajas temperaturas es importante preparar bien el cuerpo antes de empezar a correr.
- Acorta tu paso. Concéntrate en acortar tu zancada si vas a correr sobre nieve o con hielo. De esta manera tus pies se van a mantener debajo del centro de gravedad y con esta tracción extra te va a ayudar a mantener el equilibrio. Con el paso del tiempo corriendo así vas a empezar a sentirte cómodo con un paso regular. Pero recuerda, si el terreno se vuelve resbaladizo la técnica más útil para seguir en pie es acortar el paso.
- Cuenta los kilómetros y el tiempo corriendo por lo menos como el doble. Correr en nieve o hielo supone un aumento de la atención corporal involucrando diferentes músculos comparados con correr en un suelo seco. Esto supone un mayor gasto de energía.
No esperes ser capaz de correr la misma distancia que has estado corriendo recientemente sin nieve o hielo.
Para minimizar la probabilidad de una lesión, tomate tu tiempo para adaptarte a este terreno.
Si te interesan más consejos:
- Siempre ayuda empezar a correr por terreno previamente conocido.
- Esta actividad debe tomarse con calma, es una actividad diferente, el terreno es nuevo y no estamos acostumbrados.
- El horario también es importante, se desaconseja salir a primera hora de la mañana y a última de la tarde ya que es cuando más bajas están las temperaturas.
- La vestimenta debe seguir la regla de las tres capas: La primera capa transpirable, una segunda para regular el aporte de calor (puede ser un forro polar) y finalmente una tercera capa para protegerse del viento o de la nieve, puede ser un corta vientos.
- Guantes impermeables, gorro ligero y si hace sol, llevar gafas para proteger la vista
- Para el calzado , es preferible, elegir unas zapatillas con membrana de Gore-Tex o similar y sean impermeables. Donde la suela tenga un buen taqueados y no muy junto para que la nieve pueda soltarse con facilidad, o zapatillas con pequeños clavos.
- Si el ejercicio lo vamos a realizar en nieve por la montaña se aconseja correr con microcadenas, esto son microcrampones o microspikes, sirven para ayudarte a traccionar.
- Como accesorio podremos utilizar bastones “como si esquiáramos” estos serán un punto de apoyo sobre todo para las bajadas y también una liberación para la fuerza de las piernas durante las subidas.
- Debemos saber que la forma de correr no tiene demasiado que ver a la que usamos cuando corremos por asfalto o tierra. La técnica de carrera cambia para adaptarnos a la exigencia técnica de correr por encima del blanco, un terreno que no es duro y puede variar ostensiblemente de una pisada a otra.
- Correr por la nieve se asemeja más a hacerlo por encima del barro.
Una vez sabido esto, a disfrutar de otra experiencia: correr sobre la nieve!!